Las mujeres
siempre buscamos un amor de meses que se convierta en años – así no todas lo
aceptemos – pero mientras lo encontramos deberíamos aprender a vivir amores
fugaces, mi gran amiga una vez tuvo un dilema con los amores fugaces, pues acá
está mi consejo, el cual comparto con todas las que no se deciden:
Primero
necesitamos aclarar algo: los hombres son como todas sabemos - no solo porque
todas lo decimos sino porque lo hemos vivido, algunas una que otra vez y otras muchas, millones de
veces- un ser que no resiste a las tentaciones (a menos de que esté enamorado y
no es el caso de la mayoría), por eso a mi modo de ver y de pensar, las mujeres
deberíamos aprender a sacar provecho de eso, no ir por la vida renegando su
forma de ser, ya nada podemos hacer para cambiarlos, así que como dicen por
ahí, "si no puedes contra tu enemigo ÚNETELE", los hombres son
básicos, no es difícil conseguir lo que queramos de ellos, en este caso lo que
buscamos: ¡darle vacaciones a la cabeza!, un mes para ser exactos, un mes donde
las emociones van a reinar, donde al mirar el celular se salga una sonrisa que
nadie puede describir pero todo el mundo entiende, de esas que no son cómplices
de nada, pero lo esconden todo, uno de esos amores que es prohibido, pero no
por las prohibiciones normales, este es prohibido por el tiempo, está limitado
y sabemos que se va a acabar y podemos volver sin remordimientos a poner la
cabeza en su lugar, con las emociones renovadas y con muchos recuerdos a los
cuales evocar en esas noches que nos odiamos por ser tan mujeres y no poder ser
un poco más como los hombres.
así que: ¿hasta
donde podemos llegar?, de hecho físicamente podemos llegar hasta donde queramos,
el único límite ahí es la idealización de un hombre, de un sentimiento, de un
nosotros, de una canción, de una palabra, de todo lo que se puede idealizar en
la vida, cuando empezamos a idealizar las cosas , ahí en esa frágil línea casi
intangible es cuando PUM! sin pensarlo todo se dañó, le metimos cabeza al
corazón y corazón a la cabeza, y eso no está mal, claro si estás buscando con
alguien para pasar un domingo frio o alguien a quien ver dormir usando su
camisa del día anterior con dos tazas de café en la mano (así sea un cliché,
todas sin excepción soñamos con hacer algún día eso), pero ya que ese no es el
fin, es mejor no dejar que pase, así que el límite no está acá o allá, el límite
está en nosotras, en nuestro cerebro y sus ganas de idealizar una situación,
pero si lo mandamos de vacaciones como ya habíamos dicho y dejamos que nuestro
corazón nos diga como actuar vamos a tener un amor fugaz de esos que nos hacen
soñar y nos hacen sentir bien con nosotras mismas, no solo por tener el corazón
ocupado, si no porque descubrimos que podemos jugar mejor que los hombres cuando
aprendemos de sus inconscientes tácticas, ellos no le meten cabeza, entonces
nosotros que si lo hacemos ¿porqué no mandarla de vacaciones, cuando de un “amor
de verano” se trata?
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