jueves, 23 de agosto de 2012

¿Y si no, hasta donde puedo llegar?

Publicado por Antonia en 15:22

Las mujeres siempre buscamos un amor de meses que se convierta en años – así no todas lo aceptemos – pero mientras lo encontramos deberíamos aprender a vivir amores fugaces, mi gran amiga una vez tuvo un dilema con los amores fugaces, pues acá está mi consejo, el cual comparto con todas las que no se deciden:


Primero necesitamos aclarar algo: los hombres son como todas sabemos - no solo porque todas lo decimos sino porque lo hemos vivido, algunas una que otra vez y otras muchas, millones de veces- un ser que no resiste a las tentaciones (a menos de que esté enamorado y no es el caso de la mayoría), por eso a mi modo de ver y de pensar, las mujeres deberíamos aprender a sacar provecho de eso, no ir por la vida renegando su forma de ser, ya nada podemos hacer para cambiarlos, así que como dicen por ahí, "si no puedes contra tu enemigo ÚNETELE", los hombres son básicos, no es difícil conseguir lo que queramos de ellos, en este caso lo que buscamos: ¡darle vacaciones a la cabeza!, un mes para ser exactos, un mes donde las emociones van a reinar, donde al mirar el celular se salga una sonrisa que nadie puede describir pero todo el mundo entiende, de esas que no son cómplices de nada, pero lo esconden todo, uno de esos amores que es prohibido, pero no por las prohibiciones normales, este es prohibido por el tiempo, está limitado y sabemos que se va a acabar y podemos volver sin remordimientos a poner la cabeza en su lugar, con las emociones renovadas y con muchos recuerdos a los cuales evocar en esas noches que nos odiamos por ser tan mujeres y no poder ser un poco más como los hombres.


así que: ¿hasta donde podemos llegar?, de hecho físicamente podemos llegar hasta donde queramos, el único límite ahí es la idealización de un hombre, de un sentimiento, de un nosotros, de una canción, de una palabra, de todo lo que se puede idealizar en la vida, cuando empezamos a idealizar las cosas , ahí en esa frágil línea casi intangible es cuando PUM! sin pensarlo todo se dañó, le metimos cabeza al corazón y corazón a la cabeza, y eso no está mal, claro si estás buscando con alguien para pasar un domingo frio o alguien a quien ver dormir usando su camisa del día anterior con dos tazas de café en la mano (así sea un cliché, todas sin excepción soñamos con hacer algún día eso), pero ya que ese no es el fin, es mejor no dejar que pase, así que el límite no está acá o allá, el límite está en nosotras, en nuestro cerebro y sus ganas de idealizar una situación, pero si lo mandamos de vacaciones como ya habíamos dicho y dejamos que nuestro corazón nos diga como actuar vamos a tener un amor fugaz de esos que nos hacen soñar y nos hacen sentir bien con nosotras mismas, no solo por tener el corazón ocupado, si no porque descubrimos que podemos jugar mejor que los hombres cuando aprendemos de sus inconscientes tácticas, ellos no le meten cabeza, entonces nosotros que si lo hacemos ¿porqué no mandarla de vacaciones, cuando de un “amor de verano” se trata?

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