martes, 21 de agosto de 2012

De las relaciones de lejos y otros dolores de cabeza.

Publicado por Antonia en 14:12

Todas alguna vez hemos pasado por el dilema de tener una “relación” de lejos, cualquier clase de relación hombre-sentimientos-mujer; he oído decir que es imposible, que la gente necesita estar en contacto físico para mantener una relación medianamente decente, también conozco casos de parejas que han durado mucho con miles de kilómetros de distancia entre los dos, que extrañamente los unen, y al final se encuentran, se casan (o no) y viven felices para siempre.

No es fácil poner etiquetas a las relaciones, ya que no es lo mismo dejarse enredar la cabeza y sentir que no es relevante lo que está pasando, a pensar que conociste el amor de tu vida y no quieres que nadie te lo robe, tampoco se pueden comparar las relaciones que empiezan en una misma ciudad y por cosas del destino uno de los dos se tiene que alejar o las que empiezan por un mensaje, por whatsapp, por Twitter y son las conversaciones interminables en las que terminas contando más de lo que quisieras y declarándole amor eterno al man en una noche de fiesta, esas en las que te puedes quedar horas esperando a que aparezca y con un mensaje que no diga nada tu entiendas mucho y te enamores una y otra vez, donde lo único que queda es esa sonrisa imposible de esconder y la cabeza en la estratosfera.

Todas tienen sus pro y sus contras, pero para mi el peor de los contras evaluando todas las clases de relaciones es cuando vas a ver por primera -segunda-  vez ese hombre que te tiene loca, que te trasnocha, por el que llegas a la oficina con cara de dormida todos los días, el de las conversaciones interminables, que conoce toda tu vida y tu la de él, ese que conociste en un paseo, en una fiesta, en el cumpleaños de tu mejor amiga o en unas vacaciones y que por lo general es un "amor a primera vista" que jamás te imaginaste volverlo a ver o a saber de él; pero ahí está metido en tu vida como no muchos lo lograron, haciéndote sonreír todos los días, ¿entonces qué hace difícil verlo?.

Mi teoría es la siguiente:
Sientes miedo a no ser lo que el espera y que él no sea el  hombre detallista y encantador que te ha vendido dos meses atrás, pues déjame decirte que no lo es, él no es el hombre ideal que creaste en tu cabeza y tu no eres lo que él espera, pero después de haberle entregado todo ese tiempo, todos esos pensamientos, de haberle dado tus noches porque no querías dejar de hablar con él, de quedarte dos horas mirando el celular pensando en escribirle para saber como está y si no te ha olvidado, de todas esas cursilerías que sabemos   hacer las mujeres y siempre esperando tener una historia romántica. ¿No creen que ese amor se merece una oportunidad? ¿Por qué matar un amor que no ha empezado? Si hay algo en la vida que se merece una oportunidad – o muchas – es EL AMOR, mi consejo es que se lancen de cabeza y sin mente a conocer ese hombre que las ha hecho suspirar y si es un patán completamente diferente a lo que pensaron, tendrán una historia más que contar, pero si es el amor de su vida pues no lo dejen pasar, créanme después solo podrán pensar: ¿Qué habría pasado si…? Y esa no es la idea de la vida.

Así que arriésguense a mirarlo a los ojos y saber si es lo que han estado esperando por tanto tiempo, a darle un beso por primera vez a la persona que las conoce tan bien, a sentir mariposas cuando estén entrando a donde esta él, igual si las cosas salen mal tendrán a sus amigas o a este blog para desahogarse, además de sumar una bonita historia a su libro de la vida. 

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

. Copyright © 2012 Design by Antonia Sundrani Vinte e poucos